LA ANTARTIDA XX AÑOS DE PRESENCIA ESPAÑOLA.
BIO “ LAS PALMAS”
La Armada española ha estado siempre ligada a la investigación científica, desarollada por medios de múltiples campañas que se han llevado a cabo por los mares.
El afán por descubrir nuevos territorios es un afán constante de los marinos en el devenir de la historia, de las múltiples expediciones aquellas que han llevado a cruzar el paralelo 60º hacia el sur siempre han tenido un carácter especial por la dureza y las condiciones en las que se desarrollan.
La Armada española continua colaborando en la búsqueda de respuestas en la antartida.
Desde 1982 fecha de la adhesión de España al Tratado Antártico, tuvo claro que necesitaba un buque para potenciar las campañas que se iban a desarrollar en el cono sur, con ello España potenciaría de manera importante el cambio de status entre los países del Tratado.
Por este motivo la Armada que ya había participado en campañas anteriores como la llevada por la Goleta “IDUS DE MARZO” en 1983, decidió adaptar un buque de los que ya poseía para apoyar estas campañas antárticas españolas. Este buque fue el Remolcador “LAS PALMAS” de la clase Mahon hoy día convertido en buque de investigación oceanográfica, que este año 2009 celebra el vigésimo aniversario de su primera campaña realizada en octubre de 1988 y abril de 1989.
Dedicado a campos tan diversos como la hidrografía, la biología marina la geología así como la ingeniería naval, la medicina, o el buceo adaptado al ámbito antártico.
Este veterano buque que se encuentra entre los últimos años de vida sigue cumpliendo las misiones como si fuese la primera.
Hoy día la presencia habitual de España en la Antártica cuenta con la base “Juan Carlos Primero” abierta e inaugurada oficialmente en enero de 1988 en isla Livingstone, el buque de investigación oceanográfica “Las Palmas”, el “Hespéride” y la base “Gabriel de Castilla” situada en isla Decepción, operada por el Ejercito de Tierra, estas dos islas pertenecen al Archipiélago de las Shetland del Sur situadas a unos 1000 kilómetros al sur del Cabo de Hornos del que las separa del paso de Drake.
La primera campaña científica fue mixta, civil y de la Armada, cerrándose con un notable éxito, siendo notorio los logros científicos alcanzados e iniciándose trabajos que fueron ampliados y completados en las siguientes campañas.
El buque de la Armada Española Las Palmas nació en Santander a finales de los años 70 como remolcador de altura, de potentes motores y de una proa robusta paso a ser el buque de apoyo e investigación oceanográfica, para encontrarse con los mares australes donde desarrollar su presencia en la Antártica, fiel colaborador y siempre dispuesto para prestar ayuda a los buques que requirieron su apoyo. Estos mares y costas en las que hoy se asienta las bases polares españolas y que continuamente atraviesa en el pasado fueron testigo histórico de la aproximación española en el sur del planeta.
El Almirante Gabriel de Castilla vio arrastrado sus barcos por unas fuerte corrientes y vientos que lo desplazaron desde las proximidades del Cabo de hornos hacia el extremo sur del planeta, fueron los primeros en divisar las gélidas heladas aguas y acantilados de las Shetlasnd del sur, siendo los ignorados descubridores del continente antártico.
Consecuentemente con la investigación científica, hoy día miles de investigadores de cientos de instituciones y sociedades científicas, han apoyado el desarrollo de las colaboraciones internacionales y programas de los gobiernos. Las modernas comunicaciones permiten a los investigadores controlar su instrumental y registrar las informaciones que les envían sus equipos instalados en zonas polares remotas desde sus laboratorios, dejando patente el deseo del hombre por mejorar el conocimiento del medio ambiente y de los problemas que afectan a su supervivencia.
Como resultado de las investigaciones sabemos que el planeta actúa en su conjunto como un organismo vivo donde ninguna zona, incluyendo las inaccesibles regiones polares actúan independientemente.
El BIO Las Palmas ha sido durante 20 Años testigo silencioso y protagonista de los constantes cruces del borrascoso Drake, ha atravesado el circulo polar austral, apoyó la construcción y operatividad de las bases españolas, y su presencia permanente durante los veranos australes lo ha convertido en un referente de la navegación entre las heladas aguas y acantilados que llegan hasta las calas y bahías de la península antártica.
Con orgullo se puede decir que es el mejor buque que navega y ha navegado por las aguas heladas así como el más veterano y probablemente el más querido.
